Los scitas, gente valiente y ferocíssima, es muy notada de cruel por los hystoriadores. Entre otras algunas crueldades, espanta y pone gran pavor lo que dizen: que matavan los animales grandes, como cavallos y toros, y metían dentro todos los hombres que querían atormentar, ligados de tal manera, que no pudiessen menearse ni salir; y dávanles allí de comer, para que en vida, corrompiéndose la carne de los animales muertos, los gusanos comiessen los hombres bivos y, en aquel bestial tormento, muriessen.
Lo mismo leemos haver hecho Maximino, emperador de Roma. Y Macrino, emperador, ymaginó la más abominable crueldad que pudo caber en humano coraçón: hazía atar los hombres bivos con los cuerpos de los muertos y hazíalos estar, assí ligados, hasta que el muerto matava al bivo. Lo mismo escribe Vergilio de Maxencio.